12 pasos para llevar una vida saludable

29-05-18
12  PASOS PARA LLEVAR UNA VIDA SALUDABLE
Hacer ejercicio. Realizar una actividad física no sólo es bueno para bajar de peso, también mejora la capacidad cardiaca y pulmonar, ayuda a prevenir e incluso tratar enfermedades crónicas (como hipertensión, cáncer y depresión) y disminuye el colesterol. Además, mejora la calidad del sueño y tiene un efecto regulador del estrés, por lo que reduce la ansiedad y estabiliza el estado de ánimo. Aquí lo principal es escoger un deporte que te motive y te guste, para poder realizarlo a diario. Unos 30 minutos diarios de actividad física suponen un empujón enorme a tu salud. Y si un día no tienes tiempo, haz aunque sea 15 minutos de trote o ejercicios en casa: todo vale.
Reducir el riesgo de enfermedades del corazón, presión arterial alta, osteoporosis, diabetes, y obesidad.
Mantener las articulaciones, tendones y ligamentos flexibles, lo que hace que sea más fácil moverse y disminuye las posibilidades de que se caiga.
Reducir algunos de los efectos del envejecimiento, especialmente la incomodidad de la osteoartritis.
Aumentar la energía y la resistencia.
Mejorar el sueño.
Ayudar a mantener un peso normal al acelerar su metabolismo (la velocidad a la que quema calorías).
El ejercicio físico frena el envejecimiento, promueve la inmunidad y además estéticamente, practicar ejercicio físico con constancia suele dar resultados positivos a nivel estético.
Entre otras cosas porque aumenta la masa muscular y mejora la postura corporal. Esto ayuda a sentirte bien por dentro y por fuera hace que mejore la autoestima y la confianza en la imagen corporal y en uno mismo en consecuencia.
Ayuda a ser más ágil para las actividades cotidianas. Mantiene los cuerpos más jóvenes y fuertes, haciendo que lleguen a la época de la vejez mejor que un cuerpo no entrenado.



No comer comida basura, Una de las conclusiones sostenía que comer comida basura durante 5 días de forma regular puede deteriorar la memoria, que seguramente derive del hecho de que las dietas pobres y tóxicas pueden generar ciertas reacciones químicas que llevan a la inflamación del hipocampo, asociada a la memoria y el reconocimiento. Las dietas saludables son fundamentales para mantener los cambios hormonales a raya, y como la comida basura carece de nutrientes esenciales, el riesgo de padecer depresión aumenta en un 58% si se come muy seguido. Este tipo de alimentos carecen de nutrientes esenciales como las proteínas o vitaminas que el organismo requiere para mantenerse saludable y funcional. Si bien tienes la sensación de estar lleno y satisfecho, no te provee de energía, por lo que en poco tiempo te sientes débil y cansado. Si integras alguna forma de comida basura en todas las comidas del día durante un cierto período de tiempo puedes desarrollar fatiga crónica, llevando tus niveles de energía a un nivel tan bajo que puede resultar difícil llevar a cabo las tareas más sencillas.
 Las personas con una adicción a la comida basura seguramente padezcan problemas digestivos como reflujo o síndrome de colon irritable, ya que este tipo de alimentos se fríen. El aceite en la comida se deposita en las paredes del estómago y aumenta la producción de ácido, lo que irrita el estómago y agrava el reflujo y la digestión. La falta de fibra obstaculiza la digestión y aumenta el riesgo de padecer hemorroides y constipación.
Además, el aumento repentino de los niveles de azúcar en sangre lesiona los revestimientos de los vasos sanguíneos, lo que lleva a la inflamación crónica, que a su vez fomenta la adhesión del LDL a las paredes de las arterias, bloqueando el flujo de sangre al corazón. Si el bloqueo es muy grande, se producen los infartos.
Como los riñones son los encargados de filtrar las toxinas de la sangre, la ingesta de mucha comida basura tiene un efecto directo en su fucionamiento.
Un reciente estudio asegura que quienes comen comida basura y no realizan ejercicio presentan cambios en las enzimas del hígado en tan solo 4 semanas.
Un estudio publicado en el European Journal of Cancer Prevention reveló que el consumo excesivo de comida basura con alto contenido graso y de azúcares puede aumentar las probabilidades de padecer cáncer colorrectal.
Cuando consumimos comida basura, el estrés que genera en el metabolismo afecta la capacidad del cuerpo de utilizar la insulina correctamente. Como este tipo de comida no tiene fibras, su consumo lleva directamente al aumento en los niveles de azúcar en sangre. 

Frutas, verduras y hortalizas no deben faltar, no podemos pasar ni un solo día sin tomar alimentos de estos grupos. Son los que nos van a proporcionar gran parte de las vitaminas, minerales y fibra, nutrientes fundamentales para el normal desarrollo del organismo. Intenta que en cualquier comida principal haya al menos un alimento de cada grupo. Para lavar los alimentos y cocinar, el agua debe ser segura. Las frutas y verduras son fuentes ricas en antioxidantes, sustancias que pueden ayudar a evitar que los radicales libres dañen las células del cuerpo y a su vez pueden retrasar o incluso prevenir ciertos tipos de cáncer. El sabor también juega un papel importante para ayudar a controlar tu peso. Si bien las frutas y verduras pueden no funcionar como magia para ayudarte a bajar de peso, son bajas en calorías y grasa y altas en fibra y sabor.
Toma de 6 a 8 vasos de agua al día. El agua nos ayuda a tener una buena digestión, mantener la temperatura normal de nuestro cuerpo y eliminar las sustancias de desecho. La mayor parte de los nutrimientos que obtenemos de los alimentos, pueden usarse por el cuerpo humano sólo gracias al agua. lo hemos comentado muchas veces en Vitónica. Uno de los grandes lastres de la dieta es la cantidad de calorías que bebemos. El agua debe ser la bebida principal y refrescos o alcohol bebidas esporádicas, a tomar de forma puntual durante la semana.
No comer muchas chucherías ni dulces, para no coger azúcar ni  sobrepeso.
No tomar mucho alcohol, para no dañar el estómago .
 ¿Sabías que la OMS informa que evitar el consumo de tabaco y alcohol puede prevenir gastritis, esofagitis, cáncer y enfermedades hepáticas? No olvides que las consecuencias del tabaquismo y el alcoholismo son perjudiciales tanto para ti como para los que lo rodean. Todo con moderación, intenta practicar un deporte y verás cómo irás dejando poco a poco esos vicios.
Reducir el estrés en tu vida, intenta reducir al mínimo tu nivel de estrés, que sobre todo suele darse en el trabajo. Un exceso de estrés nos lleva al cansancio crónico y a no ser felices, algo muy importante si queremos tener una vida saldable. Toda amenaza que nuestro cuerpo recibe, sea física como el dolor, alguna enfermedad o hambre, o psicológica como la depresión y la ansiedad, produce estrés. El estado continuo de este padecimiento ocasiona que el cuerpo pierda masa muscular y se acumule más grasa, también eleva la tensión arterial y disminuye los niveles de colesterol bueno. Todo esto se ve reflejado en una ganancia de peso que genera mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes o hipertensión. Procura practicar yoga o meditación, escucha música que te relaje o lee un libro, relaja tu mente.
Mejorar tus hábitos de descanso, un buen colchón, un ambiente óptimo de descanso y dormir de 7 a 8 horas. Existen algunas enfermedades cardiovasculares, respiratorias y metabólicas que están ligadas a la calidad del sueño, es por eso la importancia de dormir lo necesario. Recuerda que no solo es dormir por dormir, para mantener un cuerpo sano necesitas cantidad, pero también calidad. Procura dormir de 6 a 8 horas diarias, en un ambiente cómodo  libre de ruido y luz y bien ventilado.
10º  Visita a tu médico. Para prevenir y para curarte. El médico puede guiarte para modificar factores de riesgo de nuevos padecimientos. La mayoría de las enfermedades pueden curarse si se detectan a tiempo. No olvides realizarte un chequeo.
11º  Utiliza protector solar. El protector solar te protege del cáncer y ayuda a que tu piel envejezca más lentamente. Utiliza protector solar cuando salgas de casa, aunque también cuando estés sentado junto a una ventana.

12º Limitar el tiempo de exposición a pantallas,esto incluye el tiempo que se pasa viendo la televisión y el que se pasa jugando con la videoconsola o el ordenador. Aunque el tiempo que pasan los niños delante de este tipo de pantallas puede ser una excelente oportunidad educativa y de entretenimiento, pasar demasiado tiempo delante del televisor o similares se asocia a mayor riesgo de sobrepeso.La fórmula 5-2-1-Casi ninguna recomienda pasar no más de dos horas delante del televisor u otras pantallas cada día. Y para los niños de menos de dos años, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda no exponerlos en absoluto a pantallas de televisión, vídeo u ordenador.

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